117 AÑOS DE LUCHA OBRERA

"Los mártires de Chicago del siglo XXI somos los jóvenes precarios."

Desde 1890 las organizaciones de la clase obrera celebramos el 1 de Mayo en memoria de los trabajadores detenidos asesinados en esta fecha en el año 1899, tras las jornadas de lucha por la jornada laboral de ocho horas. La Juventud Comunista desde su fundación en 1921 ha mantenido viva la chispa y el espíritu de los trabajadores ajusticiados en Chicago, por eso en este año ponemos el acento en la celebración de este día como demostración palpable de la fraternidad del proletariado mundial que durante este día ocupan las calles de todo el orbe.
La temporalidad, los trabajos basura, el paro, los accidentes laborales son elementos que contribuyen decisivamente en nuestro desarrollo como personas, la suma de estos factores es lo que se ha dado a llamar la precariedad laboral. Son impuestos por la globalización capitalista, y cada vez son más extremos y agresivos.
El objetivo es la obtención de los máximos benéficos con el menor coste económico para el empresario, además de buscar la
fragmentación de la clase trabajadora. Por ello es cada da vez más necesario globalizar la respuesta ante estas agresiones.
La capacidad de fragmentar también la producción y los servicios, son causa directa de la deslocalización, que busca los
lugares que aseguren bajos costes de producción y trabajadores/as con pocos o ningún derecho. La marcha de grandes empresas produce un efecto directo en el deterioro laboral, ya que se destruyen puestos de trabajo con derechos y se sustituyen por empleos, en la gran mayoría de los casos, precarios. Las subcontratas y las E.T.T.s también intervienen decisivamente en la precariedad laboral, ya que representan la pérdida de derechos y la inestabilidad constante.
Es necesario organizar la lucha presente para conquistar el futuro, avanzando en los derechos sindicales, laborales, sociales y
políticos para transformar la sociedad, teniendo como base el derecho a un empleo digno, a una calidad de vida material y cultural, donde se incluya el derecho a la vivienda y a los espacios sociales no comerciales, la sanidad y educación de calidad y un entorno medioambiental sostenible.

Por un sindicato de clase y sociopolítico

El conjunto de la clase trabajadora necesita un sindicato fuerte y combativo, que defienda los derechos conquistados y sepa avanzar hacia las mejoras sindicales y laborales que la clase trabajadora necesita. Apostamos por avanzar en un modelo sindical de clase, sociopolítico, unitario, combativo, internacionalista, democrático, solidario, independiente, plural y transformador. Un modelo en el cual el organizado defienda al precario, donde la lucha sindical no se quede sólo en el ámbito laboral, donde los que tienen más derechos ayuden a los discriminados y sin voz en la equiparación de derechos en lo máximo, y no en lo mínimo como se pretende hoy día.

Contra el terrorismo patronal

La violencia laboral, en nuestro país, se cobra más vidas a diario que el terrorismo y la violencia de género, pero socialmente
no despierta ninguna alarma, ni se identifica a los responsables de esta tragedia cotidiana, que no son otros más los responsables que imponen el modelo social y económico, sobre todo la imposición empresarial de los modelos productivos cada vez más agresivos, como por ejemplo el “destajo”. Tener que ganarse la vida a diario no debe significar dejársela en el puesto de trabajo o en el trayecto de vuelta a casa.

Por un futuro digno para la juventud obrera
Los derechos conquistados por las organizaciones de la clase obrera durante algo más de un siglo solo se ha conseguido mediante

Los y las jóvenes comunistas no nos conformamos con el presente que nos ha tocado vivir, y luchamos por un futuro mejor de paz, trabajo digno, solidaridad, justicia social, igualdad y libertad, en definitiva, ser los dueños de nuestro propio destino.


DESDE LA JUVENTUD COMUNISTA EXIGIMOS

· Eliminación de las E.T.T.s.
· Grabar con impuestos a todas aquellas empresas, que habiendo tenido beneficios, despidan a trabajadores y/o
trabajadoras.
· Regularización absoluta de las contratas y subcontratas, así como la constante vigilancia y control de las
actividades que realizan
· Aumento de la plantilla de inspectores/as de trabajo.
· Que la inspección de trabajo actúe de oficio y no, como hasta ahora, por denuncia previa.
· Agravar las penalizaciones (incluso con prisión) a aquellos empresarios que reiteren el incumplimiento de las leyes de seguridad laboral, y que tengan en su haber antecedentes de siniestros laborales. Además de grabar con impuestos a las empresas infractoras.
· Crear un juzgado especial que se dedique únicamente a los accidentes y enfermedades laborales (como se ha creado con la violencia de género), o en su defecto, crear la figura del especialista en medicina laboral dentro de la Seguridad Social, de tal manera que dicho especialista sea reconocido como perito por los juzgados
· Jornada laboral de 35 horas semanales.
· Reconocimiento de todos los derechos laborales de becarios y estudiantes en formación.
· Reforma agraria e inversiones necesarias para dar un futuro a los jóvenes de las zonas agrarias del Estado
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