martes, 12 de febrero de 2008

Libertad inmediata para los 5 prisioneros del imperio



Durante más de 47 años el pueblo cubano ha sufrido constantes atentados provenientes de los distintos gobiernos norteamericanos y perpetrados con total impunidad. Más de 3000 personas han pagado por ello con su vida y otras 2.700 más han sido heridas, sin contar los cuantiosos daños sufridos por los continuos sabotajes económicos.
Este permanente acoso terrorista ha obligado al gobierno cubano a adoptar medidas de protección siendo la búsqueda de información preventiva un elemento de vital importancia para evitar actos terroristas contra la isla. Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González recogían información sensible introduciéndose en organizaciones cubanoamericanas terroristas poniendo sobre aviso a Cuba de posibles ataques. En ningún momento espiaron al Gobierno ni al Ejército de Estados Unidos ni atentaron contra la seguridad nacional de los EE.UU. como vinieron a declarar destacados oficiales norteamericanos en el juicio de Miami. Sin embargo fueron detenidos por el FBI, el 12 de Septiembre de 1998.
La ultraderecha cubano-americana pronto vio en ellos la posibilidad de desquite por sus derrotas políticas frente a Cuba. Con sus medios de comunicación montaron un clima de linchamiento en el ya de por sí feroz ambiente anticubano de Miami. Los Cinco fueron acusados de espionaje y conspiración para asesinar entre otros falsos cargos.
En Miami, los Cinco no podían tener un juicio imparcial. Durante la vista se desestimaron importantes testimonios en favor de su inocencia y a relevantes testigos de la defensa se les impidió declarar. Por otra parte, la fiscalía se aseguró que el jurado elegido estuviese lleno de prejuicios anticubanos.
A pesar de sus brillantes alegatos y defensas, los Cinco fueron declarados culpables y condenados a durísimas penas, desde quince años de cárcel hasta varias cadenas perpetuas, por delitos que no cometieron. Pero esto no fue suficiente. El sistema penitenciario norteamericano se ensañó con ellos. Fueron sometidos a inhumanas condiciones de reclusión, en cárceles separadas, y periodos prolongados en celdas de castigo, mientras que las visitas de sus familiares más directos, padres, esposas e hijos son obstaculizadas al máximo.
Este ensañamiento mediático y judicial deja en evidencia a la justicia norteamericana. Contrasta con la impunidad jurídico-política y el trato de favor de que han gozado peligrosos terroristas como Orlando Bosch o el criminal Luis Posada Carriles. El juicio contra los Cinco en realidad constituye la venganza pura y dura de las organizaciones terroristas de Miami por su constante impotencia política frente a Cuba y el gobierno cubano.
Importantes intelectuales, instituciones e instancias sociales han denunciado contundentemente la injusta condena que de que han sido objeto y el inhumano trato recibido por los Cinco. En primer lugar el movimiento de solidaridad, organizando comités y campañas solidarias con su causa por todo el mundo. Pero también organizaciones como Amnistía Internacional, poco sospechosa de procubana, teniendo en cuenta su inquebrantable y permanente adhesión a las campañas orquestadas contra el gobierno cubano desde Washington.
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (GTDA) declaró arbitraria la detención de los Cinco porque contraviene la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos e insto al gobierno de los Estados Unidos a adoptar de inmediato las medidas necesarias para solucionar esta situación. Por otra parte el 9 de Agosto de 2005, los tres magistrados a los que la Corte de Apelaciones del 11 circuito de Atlanta encargó el caso de Cinco, hicieron pública su decisión determinando unánimemente revocar las condenas y ordenar un nuevo juicio. La Corte reconoció el derecho de los Cinco a ser juzgados imparcialmente en una atmósfera no hostil y a tener un juicio justo tal como lo contempla la Constitución de Estados Unidos.
En esta fase del proceso de los Cinco, la audiencia decidió aceptar el recurso interpuesto por el Gobierno de los Estados Unidos que solicitaba que se reconsiderara el caso de los Cinco por los 12 jueces del Onceno Circuito de Atlanta. Esta decisión de aceptar la revisión del dictamen del 9 de Agosto constituye un caso inusual y un claro tratamiento insólito.
Los Cinco fueron injustamente detenidos, condenados, sometidos a confinamientos en celdas de castigo, se le ha negado incluso el derecho de visita de sus familiares, se hace caso omiso de pronunciamientos como el del GTDA-ONU y hoy siguen secuestrados por las autoridades norteamericanas por lo que reiteramos nuestra solidaridad con estos patriotas cubanos y nuestro firme compromiso de seguir apostando por su puesta en libertad.

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