martes, 6 de octubre de 2009

Debate sobre la Unión Soviética. II

Carta de respuesta de la Juventud Comunista de Zamora al camarada REDMETAL del foro de la Unión de Jóvenes Comunistas de Madrid

RESPUESTA AL CAMARADA redmetal DEL FORO UJC-MADRID

Antes de nada, te damos las gracias camarada por contestar de forma crítica a nuestro artículo. Nuestra respuesta se ha alargado más de lo que pensábamos (tanto en el tiempo como en el papel) por lo que más que una respuesta directa hacia tu crítica es una ampliación de nuestro artículo anterior. Yendo a lo concreto, coincidimos contigo en que los bolcheviques PARTEN de una concepción correcta del Estado, pero esa concepción va degenerando con el tiempo. Respecto a “la vieja guardia socialdemócrata” tiene su parte de culpa sí, pero quien reinstaura el poder burgués en la URSS no es la generación que hizo la Revolución, sino la que se desarrolló ya bajo el poder de los Soviets. Acabando con la situación de las masas proletarias, nos parece el tuyo un aporte interesante que intentamos complementar. Ahí va nuestra carta de respuesta, salud camarada.

La ideología es de suma importancia en la lucha por el Comunismo. La Ideología Comunista es el instrumento a partir del cual surge el Partido leninista de nuevo tipo, que a su vez es el medio o instrumento que permite a la clase obrera llegar a la Dictadura del Proletariado, como paso al Comunismo. Por tanto los errores ideológicos por mínimos que sean trascienden a la praxis del Partido y a la Dictadura Revolucionaria, acrecentándose hasta tal punto que “toman el control” y destruyen al Partido y a la Revolución. Por eso se hace tan necesario, en el período de recomposición ideológica y de lucha de dos líneas en el que estamos, recordar el ¿Qué hacer? de Lenin que se encuadra en un período más o menos similar al actual: “En estas condiciones, un error, “sin importancia” a primera vista, puede causar los más desastrosos efectos, y sólo gente miope puede encontrar inoportunas o superfluas las discusiones fraccionales y la delimitación rigurosa de los matices. De la consolidación de tal o cual matiz puede depender el porvenir de la socialdemocracia rusa por años y años”.1*

Debido a lo importante del asunto, nos retrotraeremos, en la historia del bolchevismo hasta sus orígenes, algo que por falta de papel no hicimos en nuestro artículo “La Unión Soviética, una crítica necesaria”.

El “lugar ideológico” y el desarrollo del bolchevismo

Los bolcheviques nacen como ala izquierda del POSDR en su II Congreso de 1903, tras la fracción del Partido entre bolcheviques y mencheviques. Los mayoritarios eran los defensores del marxismo revolucionario en Rusia y en Europa frente al reformismo burgués de la II Internacional. Del resto de la socialdemocracia, de la que ellos formaban parte, les separaban cuestiones tácticas así como los medios a utilizar por parte del proletariado para liberarse de la esclavitud asalariada. Cuestiones que se resolverán con la nueva concepción del Partido proletario y con el sentido revolucionario que se le da a la Dictadura del Proletariado. Pero el corpus ideológico que los marxistas rusos tenían, en los inicios del bolchevismo, era el mismo que el de la II Internacional puesto que el marxismo que había llegado a Rusia era ese marxismo castrado que imperaba en Europa de la mano del SPD de Kautsky, cuando la clase obrera alemana se situaba a la vanguardia del proletariado internacional.

Karl Kautsky, marxista determinista, propugnaba el derribo del capitalismo desde la lucha económica, desde el reformismo que “erosionaba” al régimen burgués. Según Kautsky el proletariado debía hacerse dueño del gobierno y así poder dirigir el Estado burgués para sus propios fines. La visión revisionista de este alemán, identificaba la simple expropiación de los capitalistas con el fin de las clases sociales, pues según él ya no habría clases al disfrutar todas las personas de igualdad de derechos jurídicos. Muchos de los planteamientos de Kautsky se encuentran, de forma tácita, en los planteamientos del revisionismo moderno, los cuales han de ser combatidos desde el marxismo-leninismo: programas reformistas de distinto pelaje, exaltación de las luchas diarias de corte sindicalista olvidando los principios revolucionarios, visión dogmática y pequeñoburguesa del parlamentarismo que se traduce en un abusado cretinismo parlamentario, etc. etc.

Frente al revisionismo que lo dominaba todo, Lenin retoma el marxismo revolucionario y no solo eso sino que lo eleva cualitativamente: No basta con expropiar al capital para acabar con las clases, sino que es necesaria toda una época histórica, la dictadura del proletariado o socialismo, que no se desarrolla sobre sus propias bases sino sobre las del capitalismo y que tiene que extinguir la división social del trabajo pues es la base de toda sociedad de clases. Respecto al Estado, los proletarios no pueden tomar una máquina hecha contra ellos, los proletarios tienen que destruir el Estado burgués. Lenin vuelve al campo de la Revolución y aplica lo aprehendido a las necesidades inmediatas de la revolución rusa: 1º ganar la hegemonía del marxismo entre la vanguardia y 2º ganar la hegemonía del proletariado en la Revolución pendiente. Esta época del bolchevismo en la que prepara la Revolución deslindando para ello con todo el revisionismo y los enemigos de clase, es una época de fuerte trabajo ideológico pues se sentaron principios marxistas que nos acompañan hasta hoy (a pesar de los añadidos y las falsas interpretaciones que se han hecho): La cuestión nacional, la caracterización del capitalismo monopolista, la cuestión del Partido… en definitiva un reposicionamiento ideológico que permitió derrotar a los enemigos de la Revolución: populistas, marxistas legales, economistas y mencheviques. Y por supuesto al estado burgués.

Expuesta brevemente la restitución ideológica del marxismo revolucionario que hicieron los bolcheviques, está claro que al iniciarse la construcción del socialismo se partía de una base acertada en cuanto a la caracterización del Estado como órgano de clase y al uso que de él han de hacer los proletarios.

La “realpolitik” en la Rusia Soviética

Solucionadas las contradicciones en el seno del proletariado, el Partido bolchevique se prestó a la lucha contra la burguesía, expulsada del poder en la Gran Revolución Socialista de Octubre. Para los bolcheviques llega el momento de llevar a la praxis la concepción proletaria del mundo.

El gran problema que se presenta a los bolcheviques es el atraso económico de Rusia, lo que obligó a que la Dictadura Proletaria se realizase en alianza con el campesinado pobre (asimilación del programa agrario eserista). La solución a este atraso económico fue la implantación de la NEP (1921) el capitalismo de Estado que era la antesala al socialismo, al igual que ocurría en los Estados capitalistas: en la fase imperialista del capitalismo se tiende al monopolio de Estado que permite un mayor desarrollo de las fuerzas productivas y abre las puertas al socialismo, como lo expresa Lenin: “El capitalismo monopolista de Estado es la preparación material más completa para el socialismo, su antesala, un peldaño de la escalera histórica entre el cual y el peldaño llamado socialismo no hay ningún peldaño intermedio.” 2* Mediante esta preparación económica los bolcheviques pretenden desarrollar la industria y el campo para así hacer más fácil la socialización de los medios de producción. En este momento se produce una dualización entre lo político (lucha de clases) y lo económico (fuerzas productivas) algo que en las circunstancias pareció hacerse necesario pero que supuso el inicio de la brecha entre lo político y lo económico, brecha que con el paso del tiempo irá creciendo y será aprovechada por los elementos burgueses del aparato estatal soviético. La división entre ambos terrenos, justa en ese momento, se ve por ejemplo en estas palabras del dirigente bolchevique: “El socialismo es inconcebible sin la gran técnica capitalista basada en la última palabra de la ciencia moderna (…) Al mismo tiempo el socialismo es inconcebible sin la dominación del proletariado en el Estado: eso es también elemental.”3*

En 1918 Lenin había definido el capitalismo de Estado como una relación social que en la Rusia Soviética se caracterizaba por el vínculo entre propiedad estatal de los medios de producción en manos de la dictadura proletaria y la gestión de estos medios al modo capitalista. Lenin desestima aquí la vieja teoría kautskiana de expropiación = socialismo, demostrando que aunque intervenga el Estado proletario en la economía aún puede mantenerse el capitalismo como relación social productiva.

Volviendo al dualismo político-económico, en 1921 se antepone lo económico, estableciendo la ya mencionada Nueva Política Económica. El debate sobre este dualismo no hace más que empezar justo cuando las fuerzas de Lenin empiezan a flaquear. El líder revolucionario fallece en 1924 y la brecha no se cierra, quedando separadas las fuerzas productivas de la lucha de clases. Ni que decir tiene de qué lado de la manta tirarán los elementos oportunistas que van creciendo a la sombra, o más bien a la espalda, del proletariado soviético.

La NEP finaliza con éxito en 1928. El capitalismo de Estado ha desarrollado fuertemente la agricultura y la industria sacando de la extrema miseria a millones de obreros del campo y la ciudad a los que el capitalismo había condenado a la esclavitud asalariada. Llegan los Planes Quinquenales, la planificación socialista de la economía, con el propósito de socializar los medios de producción. La lucha de clases no ha cesado ni un solo momento en la URSS que en la nueva etapa se centrará en los kulaks, campesinos ricos que han visto crecer su fortuna gracias a la NEP y que ahora se oponen a la colectivización del campo, con los koljós, como forma de continuar la Revolución Comunista en la Unión Soviética. La guerra de clases se recrudece en el campo, finalmente los kulaks son derrotados en la década de los 30. Se comete entonces un error que se paga a corto-medio plazo en la URSS. Eliminado el peligro kulak se da por finiquitado el peligro de reinstauración capitalista desde dentro de la Unión Soviética lo que lleva a la “relajación” de la lucha de clases, lo que no implica que dentro del Partido se lleve a cabo una lucha a muerte contra el trotskismo y otros sectores a los que se tiene por enemigos de la Revolución. Una lucha cuyo radio de acción fue demasiado largo y que quizás debería haberse quedado más cerca del Partido visto la deriva que años después tomó su dirección (XX Congreso del PCUS). La “relajación” de la lucha de clases se plasma en la Constitución de 1936 donde se habla constantemente del pueblo soviético como si en su seno no hubiese diferencias, algo que se repite en el “Manual de economía política de la Unión Soviética” (de 1955) sobre el que Mao Tse-Tung escribiría una crítica que se recoge en “La Construcción del Socialismo”:

“23. ¿Es la "unanimidad" la fuerza motriz
del desarrollo de la sociedad?

En la página 413(del Manual) está escrito que el socialismo está "unánimemente" unido, que es "sólido como una roca" y que la unanimidad constituye "la fuerza motriz del desarrollo de una sociedad".

Si se admite que, en una sociedad socialista, hay solamente la unidad y la unanimidad y que no hay contradicciones internas, si se rehúsa admitir que las contradicciones constituyen la fuerza motriz del desarrollo de la sociedad, se refuta entonces la ley de la universalidad de la contradicción y se abandona la dialéctica. Sin contradicción no hay movimiento. Pues bien, es gracias al movimiento que se desarrolla una sociedad. En la época del socialismo, las contradicciones siguen siendo la fuerza motriz del desarrollo de la sociedad. Se trabaja por la unidad y se está en la obligación de luchar por ella precisamente porque no existe la unanimidad. Si la unanimidad fuese perfecta, ¿por qué sería necesario todavía trabajar sin cesar por la unidad?

(…)

32. La contradicción es la fuerza motriz
del desarrollo de la sociedad socialista

Allí (en el Manual) se afirma que, en el sistema socialista, las contradicciones no son contradicciones irreconciliables. Esta manera de expresarse no está de acuerdo con la dialéctica. Todas las contradicciones son irreconciliables. ¿Donde las contradicciones están reconciliables? Ciertas contradicciones son antagónicas, otras no lo son. Pero no se puede decir que haya contradicciones irreconciliables y contradicciones reconciliables. Aunque no haya guerra en el sistema socialista, la lucha existe siempre, una lucha entre diferentes facciones en el seno del pueblo. (…) en una sociedad socialista existen aún capas sociales conservadoras y grupos que recuerdan a los "grupos privilegiados" de otras épocas. Existen aún diferencias entre los trabajadores intelectuales y los trabajadores manuales, entre la ciudad y el campo, entre los obreros y los campesinos. Estas contradicciones, a pesar de su carácter no antagónico, deben resolverse por medio de luchas.” 4*

Ya están sentadas las bases para la reinstauración burguesa. Se separa el concepto de dictadura del proletariado del de socialismo como si fuesen etapas políticas diferentes, dando al traste con la justa concepción de las tareas del Estado proletario que se tenía al inicio de la Revolución. Se ha producido un retroceso ideológico en el que se vuelve al kautskismo identificando al Estado con el Socialismo como si se hubiesen eliminado todas las bases de la existencia de clases, ya que “en la sociedad socialista no hay contradicciones irreconciliables”. El viejo dualismo del que hablamos arriba se “soluciona” equivocadamente: se sobreponen las fuerzas productivas a la lucha de clases, lo que es aprovechado por el aparato administrativo que actúa libremente al no tener encima la dictadura del proletariado, que ha sido liquidada y que permite que esos elementos burgueses escalen posiciones en el aparato estatal y en el Partido hasta que la correlación de fuerzas les es favorable, lo que ocurrió en el XX Congreso del PCUS. Los revisionistas que ya son mayoría en la dirección del Estado se muestran como verdaderamente son, un atajo de oportunistas burgueses y por supuesto anti-comunistas. Liquidan a los comunistas que quedaban en el partido (asesinato de Beria…) y a nivel internacional adoptan posturas socialchovinistas (ya vistas en la liquidación de la Komintern) y socialimperialistas, eliminando todo vestigio de marxismo-leninismo, aunque eso sí, respetando a Lenin como icono sin contenido para justificarse a ellos mismos como dirigentes, como ocurre hoy en la China socialimperialista con las fotografías y las obras de Mao.

Estas son las cuestiones que permiten a la burguesía subir al poder en la URSS: estancamiento de la lucha de clases y eliminación del proletariado como clase dominante devolviéndola a su lugar en la producción como clase explotada a la que se puede sangrar en pro del desarrollo de las fuerzas productivas (igual que en la “nueva” China). Volviendo una vez más al dualismo política-economía, también Mao le dedica una crítica en La Construcción del Socialismo: “Stalin no destaca más que la tecnología y los cuadros técnicos. Ignora la política y las masas” (Mao se refiere a los “Problemas económicos de la Unión Soviética” documento elaborado por J. Stalin) “No habla (Stalin) del papel del hombre ni del de los trabajadores. Hay que saber que sin movimiento comunista es difícil llegar al comunismo”5*

La situación de las amplias masas proletarias

La constitución del Partido proletario de nuevo tipo en Rusia, supuso un hito en la historia de la humanidad. Por primera vez se produce la unidad dialéctica entre ser social y conciencia, unidad que transforma y eleva a ambas, permitiendo su fusión en ese organismo social que es el Partido Comunista, capaz de dar al mismo tiempo contenido material a la teoría y de inducir una dirección consciente al devenir histórico. El ser social, el proletariado, es autoconsciente y está en proceso de autotransformación. Así comienza el proletariado ruso su andadura como vanguardia de la Revolución Proletaria Mundial, como transformador de la realidad y de sí mismo. Pero las amplias masas apenas han asimilado la teoría revolucionaria debido a la rapidez con la que avanzó la lucha de clases en Rusia a principios del s. XX. El subdesarrollo social de la sociedad rusa también fue un contratiempo para la Revolución. Como la clase obrera no tenía conocimientos técnicos y solo le sobraba inexperiencia a la hora de dirigir un Estado, se vieron los bolcheviques obligados a mantener en sus puestos a miles de técnicos, de administrativos… del viejo régimen que trabajarían bajo la supervisión del proletariado. Con ese objetivo se crearon órganos de Control Obrero en las fábricas (ya desde 1917) que serían la base para crear el Consejo Supremo de Economía Nacional (VSNJ), cuyo presidente pertenecía al Consejo de Comisarios del Pueblo. El VSNJ era un órgano centralizado aunque se desarrollaron también Consejos de Economía Regionales.

Más tarde se crearon las Conferencias de Producción a fin de dar voz a los obreros, pero estos participaban en calidad de obreros, es decir, partiendo de su posición preestablecida en la producción lo que los negaba como sujeto revolucionario, por lo que estas Conferencias no triunfaron. A pesar de todos estos intentos de dar voz al proletariado, la dirección de las empresas seguía haciéndose mayoritariamente desde arriba y la organización de la empresa se realizaba en base a resultados, manteniéndose el trabajo a destajo. Pervivía el trabajo asalariado, prueba de la existencia de la relación social capitalista (El Capital) a pesar de que los dirigentes revisionistas salidos del XX Congreso se permitiesen el lujo de hablar de socialismo pleno, algo por otro lado bastante absurdo pues si el socialismo es pleno es ya comunismo.

En cuanto a la Perestroika y la Glasnot, a la que te refieres en tu crítica, estas son el resultado final, la solución, de las contradicciones en el seno de la burguesía burocrática soviética que es la que ejercía su dictadura de clase en la URSS desde que se disolvió el llamado “triunvirato” -Molotov, Beria, Malenkov- posterior a la muerte del camarada J. Stalin. Si la gran burguesía que quería reponer por completo el capitalismo en Rusia no se llevó el gato al agua hasta los 90, fue precisamente por contradicciones entre facciones de los burgueses, sin quitarle méritos al proletariado soviético que aun desalojado del poder mantendría su empuje durante cierto tiempo.

Breve balance final

Mao Tse-Tung, gran defensor de Stalin en plena época de apostasías y anti-estalinismo (fórmula para ocultar el anti-marxsimo), expuso en su balance sobre el periodo de dirección del georgiano, que en esa época se cometieron un 70% de aciertos y un 30% de errores. Quizás Mao tuviese razón, pero lo cierto es que los errores fueron cualitativamente superiores, sino difícilmente habría subido al poder el revisionismo nada más desaparecer de escena Stalin. La última cita de nuestra respuesta, la hemos extraído del Partido Comunista de Nepal (maoísta) en un balance de este período que realizó justo antes de abandonar la línea roja para abrazar ese revisionismo que hoy parece empaparlo todo: “Es más es importante reconocer que sus errores contienen dos aspectos: los cometidos inevitablemente debido a la falta de experiencia de la dictadura del proletariado, y los causados por errores ideológicos. No fue posible prevenir los primeros, pero los segundos sí.”6*

1* Lenin. ¿Qué hacer? Progreso, p. 25.

2* Lenin. Contra el dogmatismo y el sectarismo en el Movimiento Obrero. Progreso, p. 121.

3*Lenin. Contra el dogmatismo y el sectarismo en el Movimiento Obrero. Progreso, p. 119.

4* Mao Tse-Tung. La Construcción del Socialismo. Notas de Lectura acerca del Manual de Economía Política de la Unión Soviética. http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Mao(SP)/CSEs.html

5* Mao Tse-Tung. La Construcción del Socialismo. Acerca de los Problemas Económicos del Socialismo en la URSS de Stalin (Noviembre 1958) http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Mao(SP)/CSEs.html

6* PCN(m). Documentos II Conferencia Nacional, incluidos en el Dossier Nepal del Movimiento Anti-imperialista, p. 50.

No hay comentarios:

Publicar un comentario