Siempre se nos ha contado que Castilla-León es por historia una zona fiel al nazi- franquismo, pero lo que no se cuenta es que miles de hombres y mujeres de esta tierra lucharon contra el fascismo aquí y en todo el mundo. Uno de estos héroes de la libertad fue el camarada Celestino miembro del ejército de liberación francés, del ejército republicano español y de la KOMINTERN. Celestino Alfonso Matos, conocido por Pierrot en la resistencia francesa, nació el 1 de mayo de 1916 en Ituera de la Zamba (Zamora). Era carpintero y en 1934 tuvo que emigrar a Francia, donde se afilió a la Juventud Comunista y fue nombrado responsable de la agrupación de Ivry-sur-Seine, una localidad de los alrededores de París.
En 1936 regresa a España para combatir al fascismo en la guerra civil. Llega sirviendo como sargento en una unidad de ametralladoras.
En 1937 fue ascendido a teniente, resultando herido en el brazo derecho al año siguiente, por lo que fue nombrado comisario político de la 2ª Brigada Internacional con el grado de capitán.
En febrero de 1939 tuvo que cruzar de nuevo la frontera con Francia y fue internado en el campo de concentración de Saint-Cyprien con otros miles de antifascistas españoles, del que se fugó, incorporándose, como otros muchos comunistas españoles, a la organización clandestina del Partido Comunista francés.
Ilegalizado en 1939, el Partido Comunista francés carecía de experiencia tanto en la lucha clandestina como en la lucha guerrillera. Sus primeras unidades de combate caen muy pronto. Son los comunistas españoles y los veteranos de las Brigadas Internacionales los que reorganizan los comandos, enseñan el manejo de los explosivos, las expropiaciones a los bancos, las unidades de información, la falsificación de documentos, la planificación de operativos militares, etc.
Entre ellos está Celestino Alfonso, que no es capturado en las primeras redadas de los vichystas (los fascistas franceses).
En mayo de 1942 ingresa en los MOI (Mano de Obra Inmigrante), la guerrilla urbana parisina, pero fue detenido y deportado a Alemania, fugándose a los seis meses del campo de concentración en el que le recluyeron.
Regresó a París, donde le nombraron responsable de una unidad de combate FTPF en Orleans bajo la dirección de Joseph Epstein, conocido como coronel Gilles, un judío polaco que también había combatido en las Brigadas Internacionales. Luego se incorporó a la heroica unidad de Manouchian, que en unos meses hizo más de 500 atentados en París contra los nazis, interviniendo en todas las acciones guerrilleras de París hasta que fue detenido en noviembre de 1943 con toda la red de Manouchian y fusilado junto a otros 20 camaradas.
Este es su último mensaje antes de ser asesinado: Querida esposa, querido hijo: Voy a ser fusilado hoy, a las tres de la tarde. No reniego mi
pasado. Si volviera a empezar, sería, una vez más, el primero.
Os pido tengáis mucho ánimo, que mi hijo adquiera una
buena educación; entre toda la familia podéis hacerlo.
Muero por Francia.
Celestino Alfonso.
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