La declaración de ilegitimidad firmada por PSOE e IU, sigue dejando intactas las sentencias dictadas por el tribunal de responsabilidades políticas y el tribunal de orden público. Desplazando la violencia política a un segundo plano, llevando a la centralidad la cuestión jurídica
El gobierno del PSOE no ceja en su empeño de condenar al ostracismo a esa parte de la historia que verdaderamente demuestra su poso colaboracionista y sustentador de la monarquía. Saben perfectamente que si analizamos su trayectoria política a lo largo de la historia, el Partido Socialista posee un enorme periplo lleno de traiciones , claudicaciones y capitulaciones ante los poderosos que oprimieron a la clase obrera que durante demasiado años militaron en el partido y en la Unión General de Trabajadores.
La colaboración con la dictadura de Primo de Rivera de ahí paso a encabezar la coalición por la República, a comandar la Revolución en Asturias sellando una alianza con la CNT. De la revolución al Frente Popular, del Frente Popular a la traición de Besteiro y Casado contra La republica entregando Madrid al fascismo cobardemente. De traicionar a la República a desaparecer en el exilio o en el interior, mientras Indalecio Prieto firmaba con Gil Robles y el padre del actual Borbón un pacto para devolver otra vez la monarquía , de ahí al consenso constitucional y al pacto de silencio.
No nos podemos olvidar que el oportunismo táctico ha sido históricamente la línea política habitual del PSOE, y que hoy sigue blandiendo como bandera. Por eso no les importa a pesar de ser dos organizaciones represaliadas por pertenecer al Frente Popular por la leyes hechas ad hoc para reprimir delitos políticos, como fue la Ley de Responsabilidades Políticas, argumentando el principio de legalidad se niegan a anular las sentencias dictadas desde 1936 por el tribunal de Responsabilidades Políticas y posteriormente por el Tribunal de Orden Público dado que no podrían aguantar la presión social de los que mantienen a flote a este conglomerado informe de socialdemócratas, social-liberales, carlistas, ex dirigentes del SEU...todos menos socialistas y obreros.
Ahora pretenden dar otra vuelta de tuerca, amparándose en la seguridad jurídica del Estado para no anular las sentencias del régimen franquista, mientras unos permanecen olvidados en le vagón de la historia otros anuncian valerosamente su indiferencia sobre este tema, obviando que muchos de nuestros abuelos, aún permanecen olvidados, o dispersos por las cunetas y los barrancos de todo el territorio estatal.
Hoy como ayer los que apuntalan a la monarquía burguesa envueltos en la bandera del oportunismo reclaman el proyecto de la II República como antecedente del actual régimen, en un nuevo ejercicio de intoxicación a fin de salvar su cabeza entre muchos de sus militantes y simpatizantes y a condición de conciliar las poses republicanas con el actual “estado de cosas” en el cual el solo hecho de pensar en la III República resulta disparatado.
Mientras los socialistas siguen legitimando los crímenes de la dictadura los comunistas exigimos la inmediata anulación de todas las sentencias franquistas que causaron la muerte, la represión y la tortura a muchos militantes de las organizaciones del Frente Popular sufrieron durante varias generaciones; desde el president Lluis Companys pasando por Julián Grimau, continuando por Hernández y Granado, por Salvador Puig Antich o los mártires del 27 de Septiembre. En definitiva por una autentica ruptura con el anterior régimen, que devuelva a todos las personas represaliadas, que sufrieron el exilio o la deportación en los campos de Ashwitz o Mathausen, que los coloque en el verdadero sitio que les corresponde, para que puedan ser el referente de la juventud que deberá recoger su testigo.
¡CONTRA LA LEY DE PUNTO Y FINAL, POR LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTORICA Y LA EXIGENCIA DE RESPONSABILIDADES!
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