Precariedad: conjunto de condiciones que determinan una situación de desventaja o desigualdad.
Engloba, tanto la temporalidad como otros conceptos que terminan, en sus consecuencias, vinculados a la misma, entre ellos: Diferencia salarial, Dificultad o imposibilidad de ascenso o promoción profesional exceso de horas trabajadas, Exceso de horas trabajadas, Dificultad o imposibilidad de acceso a la formación y/o cualificación, Riesgos para la seguridad y la salud laboral, Renuncia al libre ejercicio de derechos laborales, Situación de inestabilidad e inseguridad tanto económica como del desarrollo profesional, Individualización de relaciones tanto laborales como personales, etc.
La precariedad no es algo que afecte solo al mercado laboral o a la juventud, es la principal característica de la vida de la clase trabajadora, resultado de la crisis de las “sociedades del bienestar”. La precariedad esta caracterizada por un modelo de vida basado en la incertidumbre y la pérdida efectiva del disfrute de los derechos sociales y políticos, producto del modelo neoliberal.
La condición precaria de miles de trabajadores asegura un estado de vulnerabilidad de los mismos, debido a una escasa capacidad de acción colectiva y de lucha. Ya no es una característica de determinados empleos en el sector de hostelería, dirigidos a estudiantes o a jóvenes en busca de su primer empleo, afecta ya a trabajadores cualificados y de mediana edad, un modelo de empleo presidido por el bajo coste y el despido gratis por la no renovación del contrato.
Esta situación es especialmente característica de los inmigrantes, mano de obra en condiciones de semi-esclavitud en casos de sin papeles debido a su incapacidad defensiva: trabajar lo que sea por el precio que sea.
Las mujeres son objeto de la precariedad en doble grado de explotación: capitalismo y discriminación. La difícil promoción en sus trabajos en condiciones estables es una nueva amenaza a sus derechos.
La educación tampoco se salva, el modelo neoliberal arrastra a las universidades a una educación “superior” en la que se domestica a la fuerza de trabajo. El modelo de universidad de masas entra en crisis cuando el titulo universitario es devaluado en un mercado saturado de titulados. Esta desvalorización e incremento artificial de titulaciones tienen el objetivo de aparcar a la juventud en edificios masificados, con profesorado no preparado, instalaciones insuficientes y con una administración que gestiona por encima de sus recursos.
La educación debe tener un equilibrio entre producción y cultura, entre formación de profesionales y ciudadanos, mientras que lo que el capitalismo persigue es la formación de dóciles trabajadores vulnerables y obedientes, y ciudadanos sumisos que tengan que prestar más atención a la lucha cotidiana por la supervivencia que a la lucha por cambiar su situación.
La lucha contra la precariedad es la lucha por una alternativa al modelo neoliberal, en lo económico, lo político y lo cultural, garantizando nuestros derechos políticos, sociales, culturales y económicos negados por este modelo neoliberal. Si el modelo no te deja participar, cambia el modelo.
Engloba, tanto la temporalidad como otros conceptos que terminan, en sus consecuencias, vinculados a la misma, entre ellos: Diferencia salarial, Dificultad o imposibilidad de ascenso o promoción profesional exceso de horas trabajadas, Exceso de horas trabajadas, Dificultad o imposibilidad de acceso a la formación y/o cualificación, Riesgos para la seguridad y la salud laboral, Renuncia al libre ejercicio de derechos laborales, Situación de inestabilidad e inseguridad tanto económica como del desarrollo profesional, Individualización de relaciones tanto laborales como personales, etc.
La precariedad no es algo que afecte solo al mercado laboral o a la juventud, es la principal característica de la vida de la clase trabajadora, resultado de la crisis de las “sociedades del bienestar”. La precariedad esta caracterizada por un modelo de vida basado en la incertidumbre y la pérdida efectiva del disfrute de los derechos sociales y políticos, producto del modelo neoliberal.
La condición precaria de miles de trabajadores asegura un estado de vulnerabilidad de los mismos, debido a una escasa capacidad de acción colectiva y de lucha. Ya no es una característica de determinados empleos en el sector de hostelería, dirigidos a estudiantes o a jóvenes en busca de su primer empleo, afecta ya a trabajadores cualificados y de mediana edad, un modelo de empleo presidido por el bajo coste y el despido gratis por la no renovación del contrato.
Esta situación es especialmente característica de los inmigrantes, mano de obra en condiciones de semi-esclavitud en casos de sin papeles debido a su incapacidad defensiva: trabajar lo que sea por el precio que sea.
Las mujeres son objeto de la precariedad en doble grado de explotación: capitalismo y discriminación. La difícil promoción en sus trabajos en condiciones estables es una nueva amenaza a sus derechos.
La educación tampoco se salva, el modelo neoliberal arrastra a las universidades a una educación “superior” en la que se domestica a la fuerza de trabajo. El modelo de universidad de masas entra en crisis cuando el titulo universitario es devaluado en un mercado saturado de titulados. Esta desvalorización e incremento artificial de titulaciones tienen el objetivo de aparcar a la juventud en edificios masificados, con profesorado no preparado, instalaciones insuficientes y con una administración que gestiona por encima de sus recursos.
La educación debe tener un equilibrio entre producción y cultura, entre formación de profesionales y ciudadanos, mientras que lo que el capitalismo persigue es la formación de dóciles trabajadores vulnerables y obedientes, y ciudadanos sumisos que tengan que prestar más atención a la lucha cotidiana por la supervivencia que a la lucha por cambiar su situación.
La lucha contra la precariedad es la lucha por una alternativa al modelo neoliberal, en lo económico, lo político y lo cultural, garantizando nuestros derechos políticos, sociales, culturales y económicos negados por este modelo neoliberal. Si el modelo no te deja participar, cambia el modelo.
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